Celebrar la Noche de Todos los Santos con tortitas de calabaza
Octubre es el mes otoñal por excelencia. Para la gente de muchas partes del país, ha quedado atrás el calor de aquellos días de finales de agosto y septiembre, mientras que, en los estados más cálidos, la gente apenas está empezando a volver a salir al aire libre después del calor abrasador del verano. Y todavía no es el momento de empezar a pensar (¡o preocuparse!) por las vacaciones.
Octubre es el mes otoñal por excelencia. Para la gente de muchas partes del país, ha quedado atrás el calor de aquellos días de finales de agosto y septiembre, mientras que, en los estados más cálidos, la gente apenas está empezando a volver a salir al aire libre después del calor abrasador del verano. Y todavía no es el momento de empezar a pensar (¡o preocuparse!) por las vacaciones.
Pero, por supuesto, una discusión sobre octubre no estaría completa sin esa preciada festividad del último día del mes: ¡Halloween! Muchos no se dan cuenta de que los cimientos de esta fiesta están firmemente arraigados en la tradición católica. Incluso su nombre proviene de la Víspera de Todos los Santos, la vigilia del Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre, cuando la Iglesia honra a todos los santos de Dios, incluidos los no canonizados. Al día siguiente, el 2 de noviembre, es el Día de los Fieles Difuntos, una jornada de oración y recuerdo de todos los difuntos fieles. Las festividades de la víspera de Todos los Santos en la Europa católica histórica incluían festejos y disfraces, pero debido a los dos días solemnes que seguían, también se prestaba atención a la muerte y a las últimas cosas.
¿Por qué Halloween es el 31 de octubre? En el siglo VIII, el Papa Gregorio III trasladó la fiesta de Todos los Santos del 13 de mayo al 1 de noviembre en honor a una nueva capilla en la Basílica de San Pedro dedicada a todos los santos del cielo. En aquella época, se trataba de una fiesta local celebrada en Roma. Después, en el siglo IX, el Papa Gregorio IV extendió la fiesta de Todos los Santos a la Iglesia Universal cuando la Víspera de Todos los Santos comenzó a ser celebrada por los católicos de todo el mundo.
¿Qué mejor manera de dar la bienvenida a octubre y a la Noche de Todos los Santos que con unas deliciosas tortitas de avena y calabaza? Aunque no hemos encontrado ninguna conexión católica con la calabaza, sí hemos aprendido algunos datos curiosos:
- La calabaza es una fruta porque procede de una flor y tiene semillas (aproximadamente 500)
- La calabaza promedio pesa unas 13 libras y es 90% agua (¡sí, flotará!)
- Hay más de 40 variedades de calabaza, con nombres como Spooktacular y Ghost Rider
- Muchos no se dan cuenta de que los cimientos de esta fiesta están firmemente arraigados en la tradición católica”.
Tortitas de avena y calabaza
Instrucciones
- 2 ½ c. de copos de avena (sin envasar)
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- ½ cucharadita de sal
- ½ cucharadita de canela
- ¼ de cucharadita de nuez moscada
- 1 c. de leche (más 1-2 cucharadas para diluir la masa si es necesario)
- ¾ c. de puré de calabaza
- 2 huevos
- 3 cucharadas de sirope de arce
- 2 cucharadas de mantequilla (y más para freír)
- 2 cucharaditas de vinagre de sidra de manzana
- 1 ½ cucharadita de extracto de vainilla
Indicaciones
Vierta la avena en el procesador de alimentos; tritúrela hasta obtener una harina gruesa. Añada el resto de ingredientes secos; pulse hasta que se mezclen.
Añada los ingredientes húmedos; procese hasta que estén bien combinados. Deje reposar la mezcla de 5 a 10 minutos mientras precalienta la sartén a fuego medio. Prepárela con un poco de mantequilla.
Vierta aproximadamente ¼ c. de masa en la sartén para cada tortita, cocine durante 2-3 minutos o hasta que se formen burbujas en la superficie. Déles la vuelta y cocínelas otros 2 minutos hasta que se doren y el centro se hinche ligeramente. Vuelva a engrasar la sartén entre tandas.
Rinde de 8 a 10 tortitas, según el tamaño.