Honrando a una mujer santa que sufrió mucho
Toda mi vida ha sido un regalo de Dios
Toda mi vida ha sido un regalo de Dios
Si me encontrara con esos cazadores de esclavos que me secuestraron y con los que me torturaron, me arrodillaría ante ellos para besarles las manos porque, si no hubiera sido por ellos, no me habría convertido en una mujer cristiana y religiosa”. - Santa Josefina Bakhita
Si me encontrara con esos cazadores de esclavos que me secuestraron y con los que me torturaron, me arrodillaría ante ellos para besarles las manos porque, si no hubiera sido por ellos, no me habría convertido en una mujer cristiana y religiosa”. - Santa Josefina Bakhita
Imagínese ser una niña que vive una vida feliz y cómoda, hasta que un día es terriblemente secuestrada y vendida como esclava.
Esta es la historia de una mujer africana que, después de años de un trato horrible, profesaba que nunca habría llegado a conocer a Jesús ni habría entrado en su Iglesia, si no hubiera sido secuestrada.
Santa Josefina Margarita Bakhita nació alrededor de 1869 en la región de Darfur, en Sudán. Cuando era niña, fue secuestrada por traficantes de esclavos árabes y obligada a caminar cientos de millas hasta un mercado de esclavos para venderla.
Con el tiempo, Josefina fue vendida a un cónsul italiano que la llevó a Italia. Allí se dirigió a una escuela de las Hermanas Canossianas, una congregación misionera internacional. Josefina se sintió atraída por Cristo y quería aprender más sobre la Iglesia Católica. Finalmente, en 1890, celebró los sacramentos de la iniciación cristiana y, seis años después, se unió a las religiosas de las Hijas de la Caridad de Canossa.
Durante los siguientes 42 años, fue cocinera y portera en su convento. Su espíritu misionero la llevó a viajar a otros conventos para compartir su historia y preparar a otras hermanas para el trabajo en África. La gente local amaba su forma de ser tanto gentil como santa, y se sentían seguros en su presencia. El Papa Juan Pablo II la canonizó en el año 2000. Es la primera persona canonizada de Sudán y es la santa patrona del país. Su fiesta se celebra el 8 de febrero.
Lo que sigue es un plato tradicional sudanés en honor a Santa Josefina. ¡La receta tiene un sabor maravilloso! Mientras saboreamos la hermosa cocina de esa parte de África, también podemos centrar nuestras oraciones en Santa Josefina Bakhita en febrero y pedir su intercesión para la protección de todas las personas amenazadas por la esclavitud y trata de personas.
Michellle Sessions DiFranco es diseñadora y ocupada madre de tres hijos.
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Estofado de ternera sudanés
- 2 libras de carne de res (en cubos)
- 3-4 cucharadas de aceite de canola
- 4-5 cebollas (en rodajas)
- 2-3 zanahorias (picadas)
- 1 rama de canela
- 1 cucharada de cilantro en polvo
- 1 cucharada de comino en polvo
- 1 cucharadita de curry en polvo
- ¼ de cucharadita de cardamomo molido
- 1 lata de 14.5 oz de tomates cortados en cubitos
- 2-3 dientes de ajo (picados)
- 1 ½ libras de papas cortadas en cubitos
- (1 ½ pulgadas)
- 1 ½ tazas de caldo de res
- 2 cucharadas de pasta de tomate
- Sal y pimienta para probar
En un horno holandés grande, saltee las cebollas durante 2-3 minutos. Agregue la carne y cocine hasta que se dore por ambos lados. Añada la rama de canela, las especias, la sal y la pimienta. Revuelva hasta que esté combinado. Agregue tanto las zanahorias como los tomates y cubra con una tapa. Cocine a fuego lento o medio durante 15-20 minutos, revolviendo ocasionalmente y rompiendo las cebollas. Retire la tapa y adicione el ajo picado, papas y 1 a 1 ½ tazas de caldo de res. Agregue la pasta de tomate, cubra con una tapa y cocine durante 40-45 minutos. Retire la tapa y revuelva hasta que parte del líquido se evapore. Eche más sal y pimienta al gusto (si es necesario). Debe tener la consistencia de una salsa, en lugar de una sopa. Servir con arroz o pan plano.