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 | Por Sheri Wohlfert

Cultivar las relaciones con los abuelos

Criar santos es una historia de trabajo duro salpicada de giros argumentales, cambios de carácter, triunfos, tragedias, celebraciones y frustraciones. Una gran crianza se consigue por la gracia de Dios, también con el respaldo de una generación mayor, experimentada y cariñosa. Los abuelos tienen mucho que ofrecer, pero como en todas las relaciones, la comunicación y el compromiso son esenciales. Cuando las tres generaciones -niños, padres y abuelos- están conectadas, esa riqueza bendice a todos. Déjese guiar por estos consejos para alimentar esta importante relación.

 

Presencia

Las relaciones duraderas y amorosas se basan en la conexión. Tanto si la distancia entre ustedes es grande como pequeña, el contacto y la presencia constantes son necesarios. Las visitas, las llamadas telefónicas o videoconferencias deben planificarse cuidadosamente. La tecnología nos permite compartir tanto los pequeños momentos como los grandes. Los niños necesitan sentirse queridos y apoyados, y a los abuelos les encanta ser necesitados e incluidos.

Curiosidad

Fomente en sus hijos el sentido del asombro por sus abuelos y anímelos a hacer pequeñas preguntas como: ¿Cuál era su deporte o asignatura favorita en el colegio? Las conversaciones sobre el sexto grado a través de los ojos de un abuelo, en comparación con la vida actual de un nieto de sexto grado, pueden ofrecer sabiduría, perspicacia y perspectiva.

Respeto cariñoso

Cada generación tiene unas necesidades diferentes en su época de la vida. Los niños necesitan entender que la energía y el ruido pueden necesitar ajustes de vez en cuando. Los padres deben recordar a los niños que los buenos modales son una especie de lenguaje amoroso para los abuelos. Deles la oportunidad de aprender cosas de sus abuelos; los niños pueden retenerlas, y quizás incluso les resulten útiles más adelante en la vida.

Moldear

Nuestros hijos son esponjas y moldearán su actitud según la nuestra. Si un abuelo necesita ayuda, una forma poderosa de enseñar empatía a sus hijos es siendo ustedes mismos amables, gentiles, pacientes y serviciales. Muéstreles cómo es honrar a sus abuelos honrando a sus padres.

Valorar

Anime a sus hijos a hablar con los abuelos sobre la fe. Las preguntas sencillas sobre su Primera Comunión o Confirmación y las historias sobre cómo Dios ha bendecido su vida son poderosas. Anime a niños y abuelos a rezar juntos. Qué poderoso sería programar una videollamada con el abuelo cada semana y rezar juntos un rosario o una decena del rosario, también hablar de las bendiciones y luchas de la semana. Nuestros hijos nunca pueden tener demasiados héroes o campeones a su lado.

Los abuelos han vivido, visto, experimentado y rezado a lo largo de muchos años, así que asegurémonos de que nuestros hijos tengan la oportunidad de empaparse de toda esa experiencia y atesorar los dones que nos ofrecen.


Sheri Wohlfert es una esposa, madre, abuela, oradora y escritora católica. Su blog está en www.joyfulwords.org.

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